5 Mitos acerca de las Organizadoras

Muchas personas no se atreven a pedirle ayuda a una organizadora.  Pasan mucho tiempo pensándolo, y sólo la llaman cuando llegan a estado de crisis.

Existen muchos mitos alrededor de buscar la ayuda de una organizadora.  Aquí algunos de ellos:

1.      Una Organizadora me va a obligar a tirar todas mis cosas   

¡A las organizadoras nos encantan las cosas!  Especialmente las cosas que son importantes para nuestros clientes.  Por eso les ayudamos a crear sistemas para que encuentren, exhiban, usen y disfruten sus cosas.  Es posible que encontremos cosas que ya no le sirvan o ya no tengan valor y será usted quien decida lo que quiere descartar.  Y como bono adicional: ¡nos llevamos todo lo que quiera descartar y lo donamos a lugares que lo pueden usar!

2.      El costo de una Organizadora es prohibitivo

Como cualquier profesional, cobramos por nuestro tiempo.   Pero somos eficientes por naturaleza, por lo que trabajamos rápido y de manera productiva.  ¡Y el valor que le aportamos es invaluable!

3.      Una Organizadora me va a juzgar

Más que nadie, entendemos los retos de organización que conlleva una vida compleja y apurada.  El desorden nos entusiasma, porque podemos visualizar el potencial que tiene, y… sabemos cómo lograrlo.

4.      Las Organizadoras son personas de limpieza glorificadas

Las organizadoras somos profesionales que hemos estudiado cómo ayudar a nuestros clientes a encontrar lo que necesitan, cuando lo necesitan.  Asistimos a seminarios y conferencias, y nos mantenemos actualizados.  Claro que limpiamos, pero hacemos MUCHO más que eso.

5.      Una Organizadora me va a obligar a organizar a su manera

Una buena organizadora va a explorar el estilo de organización de su cliente, y se va a adaptar a él.  Nunca le impondremos a un cliente un sistema que no le guste.

No espere a llegar a estado de crisis. Llámeme! Le puedo garantizar que no se va a arrepentir.